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Charlas, informes y pagos mensuales: el negocio de asesorías de Pablo Zalaquett
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PZ Comunicaciones es una empresa pequeña, boutique. Además de su socio y fundador, Pablo Zalaquett Said, cuyas iniciales dan el nombre a la agencia, solo trabajan tres personas más, en una oficina ubicada en el primer piso de un edificio en Vitacura.
Hace más de ocho años que esta firma se dedica a entregar asesorías de relacionamiento, gestión de prensa y reputación corporativa, manejo de crisis y análisis legislativo y de políticas públicas.
Estos trabajos se desarrollaban sin mucho ruido, hasta que a raíz de un reportaje publicado por Ciper en diciembre, se conocieron una serie de encuentros y cenas realizadas en la casa de Zalaquett en Lo Barnechea, a las que asistieron -en distintas ocasiones- seis ministros del actual Gobierno, junto con empresarios y ejecutivos de diversas industrias.
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Ninguna de las conversaciones había quedado registrada en la Ley de Lobby, a pesar de que Zalaquett estaba inscrito oficialmente en el registro público. “Es que aquí no hay ningún cliente mío, ¿qué tiene que ver con mis clientes?”, dijo Zalaquett esta semana en Ex-Ante.
Lo cierto es que algunos de los asistentes a esas comidas sí eran clientes del exalcalde, tal como admitió él mismo a DF MAS este viernes. Zalaquett, ese día, accedió a responder las consultas de este medio acerca de pagos de las compañías, pero aseguró que esos negocios nunca tuvieron que ver con las comidas, sino que se trataba de informes y charlas de análisis políticos.
“Pasaron muchos empresarios y ejecutivos (por las cenas), de muchas empresas de este país. A nadie se le cobró. A nadie. Por la comida, por reunirse, por nada. A nadie”, sostuvo Zalaquett.
El exalcalde dijo a este medio que elaboró un recuento de todas las reuniones que hubo en su casa y concluyó que “5 ó 6 empresas” que habían tenido representantes en las cenas, habían contratado algún tipo de servicio a PZ, ya sea informes, charlas o ambas juntas.
Algunas de las charlas las realizó junto a Jorge Insunza (PPD) y Natalia Piergentili (PPD), pero otras las hizo solo.
¿Cómo funciona el negocio?
Según distintas fuentes consultadas por DF MAS, las compañías contratan principalmente tres servicios a PZ: informes, charlas y asesorías de comunicación estratégica. Las tarifas mensuales que se pagan por estas últimas, en algunos casos, podrían llegar a montos que rondan las 100 UF (unos $ 3,7 millones).
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Los informes tienen que ver con la situación país o análisis legislativos de las principales reformas que se están tramitando. De hecho, Zalaquett, cuando conversó con este medio, explicó que las empresas los piden con distintas frecuencias. En la época del plebiscito, por ejemplo, las consultas subieron, pero hay algunos que acuden de manera semestral o trimestral. “Depende de los momentos, del acontecer político”, indicó el ex edil de Santiago.
Las charlas, en tanto, tendrían un valor aproximado de entre $ 1,5 a $ 2 millones y se harían solo ante directores y gerentes de primera línea. En ellas, Insunza y Piergentili participaban de manera externa, no forman parte de PZ.
Zalaquett también dijo a DF MAS que ha realizado charlas con “otras personas más (...) trato de ir variando, para que mi cliente tenga distintas perspectivas, porque lo hace más atractivo”.
El caso de las salmoneras
Uno de los encuentros que más cuestionamientos ha generado es aquel en que participaron los ministros de Economía, Nicolás Grau, y de Medio Ambiente, Maisa Rojas.
Los secretarios de Estado se reunieron con representantes de tres compañías acuícolas: AquaChile, Multiexport y Blumar Seafoods. Esta última, ligada al empresario Rodrigo Sarquis, quien es primo de Zalaquett. La reunión se gestionó directo con las empresas que, de hecho, ni siquiera forman parte del mismo gremio. AquaChile está en el Consejo del Salmon; Multiexport y Blumar en SalmonChile.
Las conversaciones habrían tenido que ver con el futuro de la acuicultura en Chile, industria que en los últimos años ha protagonizado distintos roces con las autoridades y para la cual el gobierno busca presentar una nueva legislación propia, de la que hoy el sector carece.
DF MAS consultó a las tres empresas por eventuales pagos a Zalaquett. AquaChile -hoy una filial de Agrosuper- y Blumar, declinaron referirse. Un director de Multiexport, en tanto, negó haber contratado este tipo de servicios. “En nuestro caso eso es completamente falso”, dijo.
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En el pasado, Zalaquett había realizado gestiones de lobby para Blumar, que sí están publicadas en la plataforma de Lobby. El 13 de agosto de 2018, se reunió con el exsubsecretario de Pesca, Eduardo Riquelme, para conversar sobre relocalizaciones de concesiones acuícolas. En esa reunión también estaba Gerardo Balbontín, quien continúa como gerente general de la pesquera y salmonera.
Con esa misma autoridad se reunió días después, el 27 de septiembre de 2018, pero representando a Inversiones Pelícano -ligada a la familia Stengel-, también del rubro pesquero. En dicha audiencia también participaron asesores de Salmones Blumar.
Los pagos y la Ley de Lobby: “Queda más en evidencia que había que registrar las reuniones”
Durante la semana, los ministros que asistieron a las reuniones se han llenado de críticas. Además de Grau y Rojas, también se ha apuntado a la ministra del Trabajo, Jeanette Jara, pues en el caso de estos tres, se conoce que se juntaron con sus propios regulados.
La recién electa presidenta de Chile Transparente, Tamara Agnic, plantea que existe una connotación negativa del término lobby, pero que en realidad es una actividad necesaria y legítima. “Por lo mismo, necesitamos resguardar la forma de cómo se lleva adelante, que no quede ningún espacio de duda de que se está haciendo según las reglas del juego”, dice.
Respecto a los pagos de empresas a Zalaquett, independiente de que hayan sido por informes y charlas, Agnic afirma que “queda más en evidencia que había que registrar las reuniones (...) la integridad del proceso democrático es fundamental resguardarla, evitando que estas prácticas puedan ser interpretadas como corruptas o influencias indebidas”.
Respecto al rol de las empresas, apunta a que también tienen un rol que cumplir en el sistema de Lobby, registrando también las reuniones en sus sistemas de compliance (cumplimiento). “Es del ABC del compliance”, afirma.
Los dardos hacia las comidas de Zalaquett también vinieron desde la mayor agencia de lobby del país, Imaginacción, ligada al exministro Enrique Correa. En un comunicado de esta semana, señalaron estar “consternados” por estas reuniones.
Desde Imaginacción, dicen a DF MAS que el comunicado se emitió para hacer un planteamiento corporativo de apoyo a la industria, “en el cual se distinguiera entre el cumplimiento de la ley y el tráfico de influencias y se reinstalara la necesidad de modernizar la ley de lobby a la luz de los hechos, especialmente en el dominio del registro de lobistas.”